viernes, junio 22

Pero cuando llega el final, tienes que dejarlo ir





Es como estar perdida en un bosque oscuro, frío y sin salida. Podes llorar, podes sufrir, gritar, pero sabes que así no vas a conseguir encontrar la salida, tenes que parar un segundo y pensar, ponerte a pensar que es lo que estas haciendo mal, cual es el camino que tenes que seguir, como poder esquivar cada piedra, cada hueco, todo lo que se te cruce. Hasta poder salir, y sentir el placer de que todo lo que luchaste dio resultado. Así son nuestros dolores, nos encierran, hacen que suframos, pero no es en vano, porque de cada uno de ellos aprendemos, a salir adelante, a poder superar hasta el peor sufrimiento, ese vacío que sentimos de que algo nos falta. 
Claro, no siempre las cosas no salen bien, no siempre podemos salir del bosque, porque a veces aunque demos todo de nosotros las cosas no salen como queremos. Y ahí es cuando estallamos en llanto. 

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